Rita, la araña con peluca, El sueño del Sabio, Cuentos para la hora de la leche y la Michulina



Rita, la araña con peluca

Fue el primer libro de cuentos.

Lo escribí en el año 1999, cuando empecé a ser invitado por las escuelas para hablar de El sueño del Sabio.

Los pequeños me sugirieron que escribiera "cuentos" y así lo hice.

Este libro fue reeditado varias veces de manera independiente. Es uno de los más viejitos, pero sigue gustando.

Creo que es urgente que empecemos a trabajar todos por el desarrollo de la inteligencia emocional y la educación emocional en los hogares y las escuelas. No somos solamente seres racionales. Somos fundamentalmente seres emocionales y nos cuesta mucho reconocer y gestionar nuestras emociones. 
Este libro pretende aportar aunque sea la mención de este tema.





Un proyecto que quedó en el tintero
Ana Favazza es una gran ilustradora y juntos coincidimos en dos libros de Editorial Lumen: La verdadera historia del Ratón Pérez y Atrapen al Ratón Pérez.
Por esas cosas de la vida, la distancia, la economía, quién sabe qué, no pudimos concretar varios proyectos, entre ellos la edición de Rita, la araña con peluca con sus ilustraciones.
La que uso para esta edición digital y la del fotógrafo de abajo, son producto de su talento, creatividad y amor.


"...Pero a Rita no le pasó nada. Lo único que hizo el aparato, fue prender una lucecita roja muy chiquitita y moverse de aquí para allá, según se movía el brazo del hombre, quien luego de filmar en detalle toda la telaraña y a Rita, se retiró satisfecho".

Abajo: uno de los diseños de la tapa del libro que llevaría las ilustraciones de Ana Favazza.

El sueño del Sabio



Fue el primer libro para chicos que edité de manera independiente: en mi casa, con una impresora láser, una trincheta o cutter y una abrochadora de pie.

Hice 300 ejemplares de 150 páginas. ¡Pensé que la impresora estallaría en cualquier momento!. Pero no. Hasta me dejó imprimir otros muchos libros...

Las tapas de esa edición fueron de tela. Con mi amigo Oscar Galcerán, las estampamos con varios colores (serigrafía). Quedaron muy originales.


A pesar de tener la cama más extraordinaria del mundo, el Sabio de los Sueños no puede dormir. ¿Por qué?

Esta es la historia resumida. Aquí la cuento un poco más extensa, más o menos como la conté con motivos de una reedición:

"Acerca de “El sueño del Sabio”

El lago Lolog, de San Martín de los Andes, fue el escenario en el que en el verano de 1998 comencé a quitarme el traje de periodista para ponerme el de escritor. Allí se conjugaron esa necesidad y el deseo de iniciar mi trabajo literario para chicos, con un relato de fantasía pensado para una niña de siete años, más interesada en Utilísima que en los libros de cuentos.
El cuento se transformó en relato y éste en pequeña novela. En ella, quise recrear un mundo fantástico e imperfecto que le diera marco a un personaje contradictorio: el Sabio de los Sueños, una mezcla de niño adulto y viceversa, con una actividad noble –como la de ayudar a gente que necesita palabras de afecto, consejos o compañía– y curiosa, al llevarla a cabo en los sueños.
Frente al lago, el Sabio fue tomando cuerpo y forma, renovando la magia de este paisaje patagónico a la hora de la serenidad necesaria para la creación.
Luego de editado, en junio de 1999, algunas maestras llevaron el libro a las aulas para leer y trabajar con sus alumnos, algo nuevo para mí, como lo fueron las entrevistas y charlas con chicos interesados en la historia y en el trabajo del escritor. 
Ese contacto primero y amoroso, terminó por definir el giro que se estaba produciendo en mi labor con la palabra. No me quedaron dudas: escribiría para niños. El contacto con los lectores de 6 a 15 años –años más, años menos– se produce en un marco tal de honestidad, belleza y simpatía, que una vez probado, difícilmente se puede abandonar.
El Sabio hizo realidad uno de mis sueños: escribir una historia y recibir de muchos lectores la aprobación y el estímulo para intentar otras.
Pero “El sueño…” no quedó restringido a los ojos de niños, ya que los de los adolescentes y adultos también se posaron en él con mucha satisfacción.
Como hecho anecdótico, quiero contar que la primera edición de 300 ejemplares, fue impresa con mi computadora, los pliegos cortados con una trincheta o “cutter”, abrochados, con los lomos pegados a dedo –al igual que las tapas de cartón- y cubiertos con una sobretapa de lienzo impresa a cuatro colores, en el taller de un amigo serigrafista, Oscar Galcerán. Esa habitación de la casa de mis padres –de 5 x 5 metros– estuvo empapelada varios días. Pensé que la impresora explotaría pero no, fue tan fiel que me permitió imprimir cientos de libros más de este y otros títulos. 
El sueño del Sabio fue el bautismo de ficción y por eso le estoy muy agradecido".



Cuentos para la hora de la leche
es una recopilación de cuentos dedicados a los más pequeños.

Hay algunos muy disparatados...

Aparecen, al final, tres reportajes de la Vaca Marta a tres personajes "malos" de los cuentos, en los que cada uno de ellos, da su versión de los hechos que los condenaron a cargar con esa reputación.





Los viajes espaciales de la Michulina

La Michulina es tan simpática como aventurera.

Es fanática de la ecología, pero a veces, se distrae y comete algún pequeño error, aunque no duda en enmendarlo.

Esta pequeña quería viajar por el espacio, conocer planetas, nuevos amigos, y lo logró con su ingenio y buen humor, acompañada por Úrsula, la lombriz más inteligente del mundo, que siempre le gana al Ta Te Tí.

La ilustración de tapa es de Ana Favazza, una genia.





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